Miley Cyrus es un todo un torrente de energía, pero a veces puede ser
agotadora. Eso es lo que comienza a pensar Liam de su propia novia, a
la que ha pedido que deje de visitarle en sus rodajes de películas, como
el de Paranoia, en Filadelfia.
Al parecer Liam está preocupado
por ensayar el guion y aprender sus líneas, pero la constante presencia
de la cantante le está desconcentrando. Una fuente del equipo técnico
asegura que "Miley está volviendo loco a Liam" mientras merodea
alrededor del set de rodaje y pide atenciones afectivo-sexuales al
australiano.
Más tarde, cuando Miley vuelve de hacer compras y
Liam ha terminado su jornada laboral, la cantante de "Can't be tamed"
quiere ir a los bares gays de Philadelphia y salir de parranda, algo que
Liam no desea hacer. Liam solo quiere ensayar las escenas para el día
siguiente, pero ella no le deja tranquilo, "incapaz de parar quieta un
sólo segundo", reporta Daily Mail.
Con
cosas así, y tras los escándalos de Miley Cyrus en Nueva York, muchos
pensarán que la cantante y su novio podrían no llegar a casarse, y quizá
no les falte razón, pues ha sido muy precipitado.
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